El contacto físico es una necesidad fundamental que tenemos desde el momento de nacer, es un alimento físico y emocional.
Se sabe que los bebés, cuando son acariciad@s y abrazad@s, experimentan la sensación de sentirse querid@s y esto les relaja y facilita el funcionamiento digestivo e intestinal, lo que se traduce en un mayor crecimiento.
El contacto piel a piel refuerza las defensas inmunológicas por lo que se favorece la capacidad de superar una enfermedad o dolencia.
Hay estudios sobre el tacto que demuestran que las personas que no son acariciadas de bebés acarrean carencias afectivas. (René Spitz)
Y es que el abrazo es una de las formas más puras de manifestar cariño, afecto y amor y además es un excelente método para romper las barreras emocionales.
Hay personas que tienen dificultades para expresar con palabras lo que sienten pero pueden decirlo con un abrazo, que compendia en unos segundos, todas las palabras porque se hace en el lenguaje universal que es el del contacto humano.
El contacto es una parte fundamental del ser humano, los abrazos nos hacen sentir querid@s, protegid@s, segur@s y aceptad@s.
Cuando abrazas y eres abrazad@ experimentas bienestar.
La oxitocina es liberada (conocida también como la hormona del cariño). Es un neuropéptido que promueve sentimientos de unión y confianza, por ello los abrazos generan sentido de seguridad, además, los abrazos elevan los niveles de serotonina, mejorando el estado de ánimo.
Los abrazos nos enseñan como fluye el amor en ambos sentidos, es la manifestación corporal del ciclo de la vida, doy y recibo, tomo y doy, inspiro y exhalo.
¿Cuántos abrazos has dado y recibido hoy?
!!No dejes para mañana los abrazos que puedes dar hoy!!!